Hizo sus estudios en el Seminario de Santo Toribio, obteniendo todos los primeros premios en sus clases, y la medalla de oro en el ultimo año de instrucción superior.
Desde muy temprana edad manifestó su inclinación y disposición por las letras. Hizo de la lectura uno de sus pasatiempos favoritos, leyendo con avidez los clásicos de la época que ayudaron a formar su estilo y espíritu literario. A los trece años ya componía sus primeros versos.
Cuando solo contaba con 18 años tuvo que hacerse cargo de la casa comercial de su padre, quien falleció en 1859.
También se dedico a las faenas agrícolas hasta el año de 1874, año en que se estableció como jefe de la casa comercial que llevó su nombre en el Callao. Luego sus inquietudes lo llevaron a explorar el campo de la minería convirtiéndose en socio y gerente de una empresa minera.
Contrajo matrimonio con doña Matilde Dulanto Valcárcel, hija
del héroe nacional y uno de los hijos mas querido del Callao,
Desempeñó cargos municipales en los Consejos del Callao, y formó parte de diversas juntas y comisiones oficiales para asuntos mercantiles y económicos, y fue nombrado también Presidente del Tribunal de Comercio del mismo puerto.
Ricardo Rossel fue un hombre con una intelectualidad natural hacia el comercio y la industria, emprendedor, siempre explorando nuevos campos y empresas, pero de un temperamento esencialmente poético, lo que lo obligaba en sus pocos momentos libres y robándole horas al sueño a crear obras y composiciones de diferente índole: discursos literarios, traducciones, informes, artículos para la prensa, novelas, cuentos, y poesía. Tal vez por esta razón, no se le puede exigir una extensa colección de obras, pero cabe mencionar, que en todo lo que hizo o escribió, le puso toda su dedicación y esfuerzo intelectual y humano.
Fue fundador y uno de los miembros mas entusiastas del Club Literario de Lima, siendo elegido Presidente de la Sección de Literatura de 1875 a 1881, luego nombrado nuevamente en 1885 con el mismo cargo hasta 1886, año en que el Club Literario se convirtió en el Ateneo de Lima, siendo su Vicepresidente por varios años, y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua desde 1886.
Hizo un excelente estudio de las obras de don Manuel Bretón de los Herreros, que le valió merecidos elogios de la prensa de América y de España.
En 1877 ganó una medalla de oro, con su leyenda "Catalina Tupac Roca", ocupando el primer lugar en el Certamen Internacional Literario realizado en Chile. Por este motivo el gobierno del Perú le otorgo una segunda medalla de honor y otra el Club Literario.
Entre sus obras en prosa que merecen especial mención, por su fondo y su forma, están sus leyendas "La Huérfana de Ate", y "La Roca de la Viuda" así como "El Salto del Fraile" que dedicó a Ricardo Palma y el académico discurso que inauguró los trabajos de La Sección de Literatura y Bellas Artes del Ateneo de Lima en Enero de 1886.
Su dominio del francés, el cual aprendió con su padre, lo llevo a realizar traducciones literarias al castellano de poemas franceses que gozaron de gran aprecio en su época, como los de Alphonse de Lamartine, Alfredo de Musset, y Víctor Hugo, y que fueron publicadas en diferentes medios de comunicación.
Fue testigo del capitulo mas triste de nuestra historia, la guerra con Chile, sirviendo con generosidad y patriotismo a su país. Organizó una colecta publica en El Callao para la construcción de un blindado, aportando una buena cantidad de dinero, y siendo miembro del Batallón de Reserva del Ejercito, le toco defender el Reducto # 2 de Miraflores, enfrentándose a un enemigo implacable y deshumanizado. Mas grave fue su tristeza e indignación al saber de la incautación de los libros que él tanto apreció, cuando las tropas chilenas ocuparon y saquearon violentamente la Biblioteca Nacional. Según el reporte de Ricardo Palma, de un total de 35 a 50,000 volúmenes, solo quedaron un poco mas de 700 libros.
Sobreponiendose al dolor, y no quedando otra alternativa, había que volver a restablecer la biblioteca, y junto con Ricardo Palma y otros amigos de la época, se dedicó a recolectar libros de todas partes, la tarea mas triste y a la vez la mas digna que un amante a la lectura, escritura, y literatura pudiera imaginarse alguna vez tener.
Uno de los mas grandiosos acontecimientos en la historia de la literatura castellana tuvo lugar en 1892, al cumplirse el cuarto centenario de la llegada de los españoles a América:
El Congreso Literario Hispano Americano que reunió por primera vez en Madrid a los mas grandes literatos de nuestra América y de España. Ricardo Palma y Ricardo Rossel formaron parte de este trascendental evento representando al Perú brillantemente.
Ricardo Rossel fue un hombre de muchos talentos, su poesía y calidad literaria fueron herramientas innatas de su personalidad y carácter, que cultivo a través de su estudio y dedicación. Su brillante oratoria lo llevo a pronunciar discursos en numerosas ocasiones, que fueron expresión de la mas alta calidad de nuestro idioma, considerados discursos académicos que fueron reproducidos en diferentes diarios y revistas por todo el país.
En su bohemia vida, y como buen chalaco que fue, las tertulias se hicieron mas amenas al son de su guitarra y su canto . Es sabido que desde niño, en su hogar todos tocaban algún instrumento musical o cantaban, arte inculcado tal vez por su madre especialmente, quien apreció el canto y la música desde muy jóven.
Fueron tal vez Ricardo Rossel y los poetas de aquella época, que al poner música a su poesía dieron creación a nuestra bella música criolla, que evolucionó con el tiempo y que hoy convertidos en nuestros valses y polkas, todavía disfrutamos en nuestros días.
Esa misteriosa llama de su genio se apago para siempre el 6 de diciembre de 1909 en la ciudad de Barranco, a los 68 años de una vida bien empleada...
Pero su pensamiento aquí esculpido
vivirá en estas paginas. En la tierra
¡No morirá jamás!